sexta-feira, 10 de maio de 2013

Talento, experto o las dos cosas

Talento, experto o las dos cosas
Franchek Drobnic y Julio Figueroa
Bases científicas para la salud y el óptimo rendimiento en el baloncesto
Departamento de Fisiología del Deporte del CAR, Sant Cugat del Vallés, Barcelona
Departamento de Ciencias de la Actividad Física y Deporte. Facultad de l'Educació. Universistat de Vic. Vic., España

El talento específico en el deporte es el que hallamos en el individuo que tiene unas cualidades motrices superiores a las normales para realizar un tipo de actividad determinada y que dispone a su vez de una superioridad intelectual y de actitud positiva. Aunque es cierto que estas dos últimas caraterísticas - inteligencia y actitud - son menos visibles, no son despreciables y deben valorarse y potenciarse, pues son determinantes en el rendimiento final del deportista.

Existen dos hipótesis generales sobre el concepto. Por un lado, la de que es un individuo con una carga genética que le ofrece unas posibilidades superiores frente a sus congéneres y que pueden ser de orden físico - como la velocidad, la fuerza o la habilidad, entre otras - o bien de orden psíquico - capacidad competitiva, gestión de emociones, capacidad de reacción y la búsqueda de recursos, etc. La otra tendencia es la de los sujetos que aprenden una serie de cualidades a lo largo de su desarrollo basadas en la experiencia y el correcto aprendizaje y que les son positivas y forman de una manera óptima. Es evidente que el concepti actual, si se quiere "popular", de talento se basa en ambas ideas.
El talento está dotado de atributos o caraterísticas especiales que le hacen desarrollar, aprender y ejecutar habilidades con mayor facilidad que a los otros individuos de su entorno en las mismas condiciones. Sin embargo, el talento por sí solo no puede alcanzar el éxito, o al menos de una forma continuada. Como indica Platonov "el éxito sólo puede ser fruto del desarrollo del talento a través de un trabajo duro y juicioso en un contexto social favorable".

Según Hahn, hay 3 tipos de talento:
1. Talento motor general - gran capacidad de aprendizaje motor que conduce a un dominio motor más fácil, más seguro y más rápido, y a un mayor repertorio motor aplicable de modo más diferenciado.
2. Talento deportivo - Disposición por encima del promedio de someterse a un programa de entrenamiento deportivo para conseguir éxitos deportivos.
3. Talento específico para un deporte - Indica qué requisitos físicos y psíquicos son necesarios para poder alcanzar rendimientos extraordinarios.


Cuando un técnico-observador determina que este o aquel muchacho es un futuro gran jugador, lo refiere a una serie de cualidades - físicas, técnicas, tácticas, sociales y humanas - relacionadas con el deporte que se perciben del deportista y se adecuan a unas referencias estructuradas en el bagaje de conocimientos técnicos y experiencia del profesional que les asiste. Existe un factor importante en el jugador de deportes de equipo, que se refiere a la capacidad para el juego complejo. Esta cualidad comprende los cuatro elementos básicos: la condición física, las capacidades técnica y táctica, y las habilidades psicológicas. Esta capacidad no es mensurable con cronómetros ni cintas métricas, tampoco a través de tantos marcados o evitados, ni con pruebas individuales o una serie de baterías conocidas hasta la fecha.
Los aspectos distintivos del jugador de equipo con capacidad para el juego complejo se contemplan en las seguientes capacidades:
a) Disposición para el rendimiento
b) Aceptación del riesgo y los retos en condiciones adversas
c) Perseverancia y continuidad en las acciones
d) Reacciones adecuadas a las situaciones cambiantes
e) Facilidad y fluidez de movimientos
f) Capacidad de anticipación a las situaciones del juego
g) Conocimiento profundo de sus puntos fuertes y débiles

Es lógico que cada club tenga unas prioridades, por su esquema de juego, la tradición deportiva, o por simples intereses o necesidades derivadas de deficiencias en puestos determinados. Los hay que desean jugadores altos, otros rápidos, otros los quieren fuertes, otros muy técnicos, con buen dominio de la pelota, que sepan jugar en equipo, con disposición para aprender, ambición, etc.


Talento o experto

 Los individuos catalogados de expertos que atesoran una amplia experiencia, adquieren un elevado número de patrones complejos que después utilizan para almacenar nuevos conocimientos sobre qué acciones deberán realizarse en situaciones similares. Este aspecto le confiere otra acepción: un deportista puede no recebir cierto número de "talentos" o "estar dotado" como sus compañeros. Es cierto que los factores genéticos intervienen en mayor o menor medida, pero lo que está claro es que los de origen ambiental, o fenotípicos, desempeñan un papel importante en la variación interindividual frente al deporte y al deporte en equipo.
Se requieren altos niveles de entrenamiento para alcanzar el grado de experto. Se calcula que un período cercano a los 10 años de práctica de calidad, basándose en la regla de los 10 años de Simon y Chase y el poder de la práctica según Newell y Rosenbloom.
Ésta es la parte que se debe al "poder de la práctica"

Pero, atención! No es sólo tiempo, sino calidad. El nivel de rendimiento final se determina por la cantidad de tiempo invertido en una "bien defenida tarea con una dificultad apropiada para el nivel particular individual, en la que se reciba un feedback de información y oportunidades para la repetición y corrección de errores. Por eso, la calidad del entrenamiento debe estar siempre por encima del criterio de acumular horas, sobre todo una vez alcanzado un nivel deportivo; en eso momento la habilidad del entrenador para diseñar el entrenamiento es un factor crítico.



Los jugadores expertos son aquellos que organizan la información de una forma más precisa y eficaz. No disponen de una memoria superior, pero la gestionan mejor porque utilizan recursos aprendidos con eficacia. En ese sentido, el jugador experto tiene unas características muy bien determinadas:
a) mayor conocimiento de tareas específicas
b) mayor capacidad para recibir y percibir información
c) mayor capacidad de gestionar esa información
d) capacidad en reconocer fácilmente patrones de juego
e) Utilizar mucho mejor las probabilidades de las jugadas
f) Tomar decisiones más rápidas y más apropriadas


Selección del talento deportivo

Para poder alcanzar el nivel de jugador excelente, en base a la selección de talentos deportivos, también se debe poseer una estructura de club y de lo que se conoce como "cantera". Este término pretende identificar un talante y una forma de trabajar, además de un espacio donde hacerlo bien. Una estructura basada en una disciplina, que identifica con claridad una serie de objetivos y resultados para cada grupo de edad. Que permitirá realizar un buen seguimiento de los talentos adquiridos, evaluar sus mejoras y deficiencias, corregirlas a medida que cambia de categoría, en la pretensión de alcanzar la excelencia final. Esta afirmación implica que el equipo técnico defina y determine qué es para él un talento para poder ponerse en marcha en su detección o identificación y sobre todo en su potenciación.
En ocasiones disponemos de individuos que son excelentes en su división, y por diversos motivos se requieren e introducen en categorías superiores. Este hecho, no siempre es lo beneficioso que deseamos. En qué medida puede afectar el futuro rendimiento del jugador que llega a un primer equipo, o cuáles serán las deficiencias que hayamos provocado por ir demasiado rápido, es una verdadeira incógnita.
La altura y fuerza demostrada en las acciones, la velocidad en juego, en la toma de decisiones, los compañeros de diferente madurez, condicionarán las acciones del deportista.




La mejora de nivel debe ser paulatina, permitiendo una adaptación que encauce las virtudes técnicas del muchacho en el nuevo grupo y en las nuevas cualidades del jugador de cada categoría.
Recordemos que la mejora de las aptitudes depende del aprendizaje, y esté es multifactorial, precisa etapas. El talentoso las puede recorrer más rápido, pero no deberia obviarlas si quiere alcanzar el nivel de experto en una materia.


Las actividades consideradas más adecuadas en los últimos estadios de desarrollo del jugador de equipo no tienen nada que ver en cuanto a las actividades, e incluso en cuanto al entorno motivacional, que deben realizar los niños en sus primeros estadios de iniciación deportiva.

Son muchos los jugadores que debutaron, debutan y debutarán en el profesionalismo a edades muy tempranas, con una gran calidad, y por diversos motivos no alcanzaron ni alcanzarán el nivel esperado. Quizá uno de los motivos pudiera ser una excesiva prisa en aprovechar el talento, y una falta de horas de trabajo de calidad.

Condición Física

Es cierto que algunos jugadores pueden estar favorecidos desde el punto de vista genético en lo que se refiere a la condición física; sin embargo, está ampliamente contrastado que la respuesta fisiológica al ejercicio es dependiente del entrenamiento regular y de su nivel. En ese sentido, en deportes como el fútbol, el baloncesto, el balonmano, etc., de fuerza, de velocidad y con amplias pausas de recuperación, aspectos como la potencia aeróbica máxima, la capacidad aeróbica o el umbral anaeróbio no son características que puedan determinar la selección de uno o otro individuo. La heterogeneidad antropométrica respecto a los porcentajes corporales, dentro de unos niveles de talla y envergadura medios para cada posición, tampoco nos indicarán preferencias en individuos en desarrollo que después, ya maduros, podremos forzar en trabajos específicos. Tampoco podemos esperar que un jugador infantil tenga unos índices de potencia anaeróbica elevados, o una gran potencia de salto, o una capacidad para realizar sprints de forma repetida, etc., pues su potencia y su capacidad anaeróbica están poco desarrolladas.

El jugador con talento al que no se le permite jugar y desarrollar sus habilidades en el terreno competitivo, porque prevalece el objetivo de ganar el partido con jugadores más fuertes o más veloces, nunca evolucionará y se perderá en el banquillo. En ese sentido, debe enterse que, además de las técnicas, existen cualidades que se entroncan dentro de la esfera psicológica y social del deportista, y que sólo pueden desarrollarse en la competición y no en los entrenamientos. Determinación, agresividad, búsqueda de recursos, cohesión con los demás, etc., son algunos de los muchos aspectos que un jugador demuestra en mayor o menor medida y que aparecerán, crecerán o disminuirán con la guía y el saber hacer del entrenador, de todo el equipo técnico y de los compañeros, pero sólo si se trabaja en ellos.

No debe desprenderse de lo comentado que el vivir un ambiente donde el objetivo inherente a la escuela-club sea el querer vencer en cada lance sea malo o negativo. Ése es el objetivo del juego. Es la dinámica y disciplina de la escuela lo importante. Trabajar en la cantera para formar ganadores del futuro, es decir a largo plazo, o actuar con un objetivo positivo a muy corto plazo. En cada categoría y cada fin de semana.
La opción no es tan bien definida en ningún caso. Los términos intermedios existen, pero no es menos cierto que los ejemplos en uno y otro modelo son claros. Éste es un debate que afecta no sólo a los profesionales que se dedican a la organización, a la gestión, a la investigación, a la enseñanza y al entrenamiento de la mayoría de los deportes, sino también a muchos padres que ven en la actividad deportiva de sus hijos una plataforma de promoción social y económica. La realidad es diferente.

Horst Wein
Buscar la victoria como objetivo principal vs Formal al jugador de una forma integral con objetivos a largo plazo

Objetivo Ganar:
- Importancia a jugadores con elevadas capacidades físicas
- Trabajo de la táctica desde benjamines en los partidos
- Se busca la profundidad en juego de ataque
- Juego rápido, pases largos
- Pocos cambios de orientación en las acciones ofensivas
- Pocas intenciones de construir juego. La pelota pasa directo del base a los jugadores, que pueden anotar rápidamente o con gran seguridad
- Especialización prematura de las demarcaciones. Juegan los mismos y poco los suplentes
- El jugador obedece al técnico que manda e instruye desde la banda
- Se juega prematuro basket de adulto, aros, campo, reglamento
- Para poder ganar prevalece en los entrenamientos a la aplicación de la metodologia tradicional

Objetivo Formar:
- Preferencia por jugadores con perspectiva en la capacidad de jugar la pelota
- En los partidos se evalúa el grado de uso de la técnica
- No hay prisa en el juego. Se pretende mantener la posesión del balón
- Todos los jugadores mueven el balón. El portero sirve con la mano. Pasos cortos.
- Se cambia con frecuencia la orientación del juego con el objeto de crear espacios
- La pelota circula desde la dirección de juego por los jugadores que buscan posiciones diversas. Juego basado en la comunicación y en la cooperación.
- Todos tienen oportunidad de experimentar varios puestos. Juegan todos, con independencia de la calidad.
- El jugador realiza la próxima acción en funcion de su propria capacidad de percepción y toma de decisión, sin intervención del formador que estimula y no instruye.
- En cada fase de evaluación del niño se adapta el juego a las capacidades físicas y mentales
- Para formar mejor al jugador debe prevalecer en las prácticas la aplicación de la metodología activa.


Condiciones Psicosociales
Los jugadores exitosos tienen caraterísticas psicológicas determinadas que favorecen el que alcancen los resultados deseados, señalando entre otras caraterísticas la habilidad para superar la ansiedad y los obstáculos que vayan surgiendo, la confianza en uno mismo, la competitividad, la motivación intrínseca, la habilidad para evitar distracciones o la capacidad para establecer objectivos y alcanzarlos.
El deportista experto evalúa cada aportación de ambos lados de la balanza que mide el grado de compromiso, los beneficios obtenidos y la inversión expuesta.

Edad biológica y Cronológica
En un mismo campo de juego puede haber jugadores con una diferencia de edad de hasta 2 años o algo más. Las categorías de infantil y cadete son las que ven repercutidos con más énfasis sus resultados por este aspecto. Es importante reconocer a los individuos con una edad de maduración superior o inferior en un equipo para que puedan evolucionar bien. No se debe olvidar que la maduración ósea no es la maduración mental, y no es bueno que jueguen en categorías en las que las edades no les competen, al menos en general, pues excepciones siempre existen.

Recordemos que las inquietudes, los problemas, las materias de las que hablar en esas edades son muy diferentes de los 12 a los 16 años. Un buen planteamiento es que, al menos un día a la semana, el jugador "desfasado" con respecto al grupo entrene con la categoría que le corresponde. Es una manera de mantener unas referencias adecuadas entre el individuo y el grupo. Recordemos que a partir de los 16 años las cualidades físicas debidas al proceso de maduración ya no tendrán fuerza y sólo sera determinante, en el aspecto físico, el entrenamiento realizado.

La edad biológica puede confundirnos y demonstrarnos un talento cuando en realidad no lo es tanto y viceversa. Por eso es necesario establecer la edad biológica del deportista y saber en qué momento evolutivo se halla. En cualquier caso, en un jugador con las limitaciones de la ausencia de experiencia por su juventud, las habilidades técnico-tácticas, la facilidad para tomar decisiones positivas, la habilidad social con los compañeros dentro del terreno, son condiciones más importantes que las que devienen de condicionantes físicos.

Existe una relación muy significativa entre la fecha de nacimiento y el éxito deportivo observada desde hace un tiempo, determinada por la iniciación de la temporada deportiva o del período escolar, por la cultura deportiva del país, etc. Un aspecto interesante, relacionado con la fecha de nacimiento y el rendimiento deportivo, es el de la edad relativa (RAE). El RAE determina la diferencia de edad entre individuos de un mismo grupo de edad. Se ha identificado como un factor que puede tener cierta influneica sobre aspectos muy diversos de carácter sociológico y psicológico o relacionado con el rendimiento deportivo y la actividad física. Este efecto parece influir de manera muy decisiva en la selección del talento deportivo y en su proyección hacia un nivel profisional. Una supuesta selección del deportista por nacer en una determinada época del año quizá subestimaría a fituros talentos cuyo estado de maduración y desarrollo son inicialmente inferiores.


Algunas consideraciones para un entrenador de talentos:
  • Las cualidades técnicas son más importantes que las físicas en la selección del talento
  • Las deficiencias de condición física se alcanzan con un trabajo bien programado
  • Establecer objetivos elevados para estimular el aprendizaje
  • Introducir la excelencia en los entrenos. Nunca un entreno mediocre
  • Enseñar a aprender de los errores, de los éxitos y del fracaso
  • Facilitar la incorporación de aspectos de conocimiento de la salud y el rendimiento deportivo. Iniciar en la profesionalidad
  • Aprender a trabajar en condiciones especiales, para alcanzar deportistas adaptables
  • No poner por delante la mejora de una técnica por encima de la adquisición de la técnica
  • Introducir elementos de juego de otros deportes para mejorar habilidades determinadas
  • Los grandes deportistas ofrecen más de lo que el entrenador solicita, y los grandes entrenadores siempre hacen más de lo que el deportista espera. 

La imposición de valores y talentos debe ser a largo plazo. Se puedan esperar grandes rendimientos en categorías inferiores, pero no debe ser una exigencia. Si éstos llegan, mucho mejor, pero debe enseñarse el camino de la excelencia en todos los ámbitos del deporte elegido, y, por qué no, de la vida.